Guía breve para elaborar trabajos de investigación de maestría y doctorado

«El interés que motiva la decisión de tratar un tema determinado puede ser de índole doctrinal, laboral, jurisprudencial. Pero, en todo caso, la motivación debe ser suficientemente intensa como para que el sujeto escogido sea sentido como de interés personal».

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Internet es un espacio para encontrar de todo. Desde falsas noticias hasta la información más sesuda y valiosa. Este es el caso del portal de la Universidad de Friburgo, que aloja distintos trabajos académicos de suma calidad. Así, por ejemplo, encontrarán una «Guía simplificada para la elaboración de trabajos de investigación (tesis de maestría y de doctorado)» del reconocido profesor José Hurtado Pozo y de su colaborador Pedro Pablo Cairampoma Barrós.

Se trata de un apretado pero sustancioso conjunto de consejos y directrices para comenzar la cada vez más difícil tarea de emprender un trabajo de investigación: la bendita tesis, ya para la maestría, ya para el doctorado.

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Según el profesor Hurtado Pozo, esta Guía tiene por objeto «formular algunas reflexiones simples sobre las cuestiones relativas a la elaboración de un trabajo de investigación, por ejemplo, de una tesis». Así, pues, agrega que «no se trata de un trabajo original, sino [de] la repetición sucinta de criterios establecidos desde hace mucho tiempo por numerosos autores».

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En ese sentido, el autor de la Guía hace una importante aclaración para los que se animen a leerla:

La redacción de estas simples directivas supone que el lector interesado tiene una formación mínima sobre metodología, la misma que se obtiene ya en pregrado y que sirve para, llegado el caso, elaborar la tesis para obtener el título de abogado. No abordamos las cuestiones metodológicas tanto por no ser necesario hacerlo en consideración a los objetivos de esta breve exposición como, sobre todo, por no ser especialistas en la materia. Los conocimientos sobre metodología deben ser aplicados en la preparación y elaboración de la tesis, pero no es indispensable que se expliquen (por ejemplo, qué es hipótesis, qué método se emplea, cómo se justifica el análisis). Salvo que por la índole del tratamiento del tema escogido sea útil explicar y justificar el o los métodos utilizados. Esto se presenta más bien cuando el tratamiento del tema escogido requiere investigaciones de campo, sea porque el sujeto es de índole, por ejemplo, únicamente sociológica o histórica, o de carácter mixto: dogmática y antropológica. De manera que el planteamiento de las hipótesis y su justificación deben constituir la introducción de la tesis y referirse a la materia misma estudiada, pero no a las cuestiones metodológicas, salvo si lo requiere la especial perspectiva adoptada. Pues, no se trata de un trabajo sobre metodología, sino sobre el tema de derecho que será investigado.

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Pues bien, como nuestro ánimo es que vayan directamente el trabajo del profesor, al final del post les dejamos el link correspondiente por el que podrán acceder al trabajo completo en formato PDF, no sin antes dejarles nuestros comentarios y algunas citas del autor que pueden funcionar como acicates para que resuelvan leer la Guía completa.

La elección del tema

Este es un asunto medular para el profesor Hurtado Pozo. Se trata de elegir el problema que vamos a investigar. Ya Juan Carlos Valdivia Cano, profesor de la Universindad Nacional de San Agustín de Arequipa, decía que el planteamiento del problema es lo más importante del trabajo de investigación, casi el 90 % de la investigación.

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En este punto se advierte un error frecuente: la elección de temas gaseosos, abstractos o genéricos. Es como si el tratadista del siglo pasado se adueñara de nosotros y se planteara temas ambiciosos, como si fuéramos a resolver los grandes problemas de la doctrina y abarcarlos en su totalidad. Nada más falaz:

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Como criterios generales, pueden señalarse, que de preferencia debe optarse por un tema restringido y no general, para tratarlo a fondo y no de manera superficial. Por ejemplo, no la “participación delictuosa en el proyecto de código penal de 2016”, sino más bien “los casos de participación múltiple en la comisión de delitos en relación con la coautoría en el proyecto de 2016”; no “la problemática de la revictimización de los menores en el distrito judicial de Cañete (2013-2014)”, sino “la victimización innecesaria de los menores en los procesos por delitos sexuales en el distrito judicial de Cañete (2013-2014)”. Salvo que se tenga una formación sólida en dogmática penal, es de evitar escoger un tema altamente abstracto, por ejemplo, “culpabilidad y responsabilidad en la doctrina nacional”. En caso de investigaciones de campo, debe excluirse temas que impliquen indagar sobre las concepciones sociales o morales, por ejemplo, de magistrados para determinar si aplican criterios machistas.

Otro asunto, no menos importante, es que tengamos claro qué tipo de investigación vamos a emprender:

Es recomendable decidir con claridad si la índole de la investigación será de campo o teórica. Sin olvidar que la primera supone siempre un análisis doctrinal y la segunda, tomar en consideración la praxis. Así, es problemático escoger como tema “la orientación de órganos operadores en el dictado de sentencias en casos de prisión preventiva en el distrito judicial de Ica, 2012-2016”. Si la investigación está orientada a estudiar la praxis, la dificultad reside en la frecuente falta de motivación de las sentencias o que esta consista en la repetición de unos escasos argumentos. Además, hace necesario realizar encuestas y entrevistas entre los magistrados que han dictado dichas sentencias, tarea que puede relevarse impracticable o muy subjetiva.

El interés que motiva la decisión de tratar un tema determinado puede ser de índole doctrinal, laboral, jurisprudencial. Pero, en todo caso, la motivación debe ser suficientemente intensa como para que el sujeto escogido sea sentido como de interés personal

Como ven, esta Guía no puede dejar de leerse. Así que aquí les va el link.


21 Sep de 2017 @ 09:36

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