Cuatro habilidades comunicativas imprescindibles para ser un abogado exitoso

Conoce los secretos que te harán destacar en el mercado jurídico.

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Más allá del conocimiento jurídico es importante la comunicación y no solo las argumentativas y persuasivas que se requiere en los tribunales. Las habilidades comunicativas son esenciales al momento de destacar en el mercado jurídico, donde la competencia es rigurosa.

Forbes realizó un análisis que destaca cuatro aspectos que todo abogado debe integrar en su formación profesional. A continuación te dejamos el listado.

1. Comprender tanto el lenguaje verbal como el no verbal

Conectar con el cliente es vital. Debemos prestar atención no solo a lo que dice, sino también al tono de voz y su lenguaje corporal. Prestar atención al lenguaje verbal y al no verbal ayuda a entender las necesidades.

Asimismo, un abogado debe absolver todas las dudas del cliente. Preguntar para asegurarnos que lo que se ha explicado se ha entendido. Aplicando lo expuesto, podremos ser capaces de determinar el estado del cliente: si esta confundido, cuan afectado esta, si está omitiendo información, entre otros aspectos.

2. Ser capaz de establecer fácilmente relaciones

Debemos conocer que los clientes contratan a un abogado porque han alcanzado una buena relación con él o ella. Un buen abogado debe brindarle a los clientes todos los conocimientos y la ayuda que se pueda. Hay que darles motivos para que confíen en uno y no falsas expectativas. Si las cosas no salen como se esperaba, habla con ellos sobre qué más se puede hacer, la honestidad es una buena base de nuestra reputación, si es que se puede hacer algo.

Al finalizar la relación debemos hacerlo con amabilidad y para que nuestro cliente entienda que puede volver si alguna vez más necesita tus servicios. Construir relaciones es cómo se construye un negocio.

3. Saber qué papel jugar y cuándo hacerlo

Ser empático es fundamental, los clientes suelen buscar asesoramiento legal cuando pasan por situaciones negativas. Entonces, debemos saber en que ocasiones debemos ser un abogado “estándar” y cuándo ser más empático. Para alguien que está a punto de divorciarse, por ejemplo, un asesoramiento legal neutro puede no ser lo que tu cliente necesite.

En el último ejemplo, una conversación fría podría hacerte parecer indiferente, lo que puede provocar que el cliente elija otro abogado.

4. Estar disponible y prestar atención

Tu patrocinado paga por tu tiempo, así que préstale toda tu atención. Atiende sus llamadas. Reúnete en un lugar que sea lo suficientemente tranquilo para hablar en privado. Asegúrate de tener contigo todo lo que necesitas para no tener que salir de la sala de reuniones en busca de material adicional. Haz que el tiempo del cliente sea un tiempo en el que todo el enfoque esté puesto sobre él.

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