Así criticaba el joven Kelsen a sus profesores de derecho

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© Roger Vilca

Uno de los más grandes juristas de todos los tiempos, Hans Kelsen, aunque a veces lo olvidemos, también pasó por las aulas de una facultad de derecho como cualquiera de nosotros. Sin embargo, según sus agrias palabras, este tránsito fue decepcionante.

Los estudios jurídicos en la Universidad de Viena de su tiempo, en la denominada «Alma Mater Rudolphina Vindobonensis», se dividían en dos ciclos. Primero, se estudiaba la historia del derecho en sus diversas ramas (historia del derecho romano, historia del derecho germánico e historia del derecho austriaco) y, luego, disciplinas explicativas del derecho vigente en Austria (propiamente dogmáticas).

Cuando el joven Kelsen empezó los estudios universitarios, la Universidad de Viena tenía más de cinco mil inscritos, de los cuales más de la mitad eran de la facultad de derecho. En esa época solo los varones podían cursar los estudios en la facultad. Las mujeres tenían acceso únicamente a las facultades de filosofía y medicina. Serían admitidas a la facultad de derecho recién hacia 1919.[1]

Como ya es sabido, la decepción que Kelsen padeció en la facultad (y en el espacio académico que le tocó vivir) estuvo marcada por la ausencia de un método riguroso que hiciera del derecho una disciplina respetable.

Al contrario, las distintas disciplinas se caracterizaban por mezclar los enfoques. Los profesores las exponían en sus clases y en sus libros entremezclando razonamientos de todo tipo: junto a los normativos o jurídicos, los históricos, los sociológicos, los económicos, los filosóficos y teológicos, e incluso los biológicos.

A Kelsen le parecía que urgía una verdadera ciencia jurídica, autónoma en cuanto a su objeto y a su método. Esta ingrata experiencia en la facultad de derecho marcaría definitivamente sus obras a lo largo de toda su vida.

A esta situación (ya de por sí caótica) hay que añadir que Kelsen no hallara buenos docentes en su facultad. Así criticaba el joven Kelsen a sus profesores de derecho:

El romanista Czyhlarz enseñaba derecho romano sin atender a su conexión con la cultura antigua o a su importancia para la sociedad de nuestro tiempo; pronto me di cuenta que podía aprender en pocas semanas, mediante la lectura de su texto, lo que enseñaba en sus no muy vívidos discursos durante todo un semestre. El germanista Zallinger era un orador desacostumbradamente malo, ya que era visible que hablaba sólo con grandes esfuerzos. Sigmund Adler, quien enseñaba historia del derecho austriaco, era una figura cómica. Después de poco tiempo, dejé de visitar la mayoría de los cursos y me dediqué a la lectura de obras filosóficas.[2]

Pero la decepción no fue absoluta. Leo Strisower, su profesor de historia de la filosofía del derecho, se convirtió en su referente al punto que lo asesoró en su tesis sobre la teoría del Estado de Dante Alighieri. A su curso era el único al que Kelsen no faltaba. Al final de la carrera conoció a otro profesor más que se salvó de sus duras críticas: Eduard Bernatzik, catedrático de derecho político y constitucional[3]:

Le defraudaron en general los profesores […] porque no despertaban el entusiasmo que él había esperado. Tan sólo exceptuó a dos de ellos: a Edmund Bernatzik y a Leo Strisower. Bernatzik (1854-1919) era catedrático de Derecho político y constitucional y se caracterizaba, según Kelsen, no por su laboriosidad, sino por la agudeza de su inteligencia. Sus clases, dedicadas al análisis crítico de la Constitución austriaca y, en general, del Derecho público austriaco, atraían a multitud estudiantes de otras Facultades, pues sus explicaciones estaban adornadas siempre de gran ingenio y humor e incluso a veces de sarcasmo. El segundo profesor cuya docencia atrajo al Kelsen estudiante fue Leo Strisower (1857-1931), profesor de Derecho internacional y de Filosofía del Derecho. Fue en las clases de Historia de la Filosofía del Derecho de este profesor, que en palabras del propio Kelsen, eran las únicas a las que asistía con regularidad, donde se enteró de que el poeta Dante Alighieri era autor de un importante libro de Filosofía Política, titulado De Monarchia.[4]


[1] Robles Morchón, Gregorio. «Hans Kelsen. Viva y obra». En Revista de Ciencias Sociales, núm. 62 (2013), pp. 13-37.
[2] Aladar Metall, Rudolf. Hans Kelsen. Vida y obra. Citado en Efrén Vásquez Esquivel. «La interpretación de la ley en Kelsen como categoría de a medicación entre facticidad y validez». Tesis para la obtención del grado de maestría en  metodología de la ciencia. Universidad Autónoma de León, 2000, pp. xxxiv-xxxv.
[3] Ibid., p. xxxvi.
[4] Robles Morchón, Gregorio. Op. cit., p. 204.

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Publicada el: 7 Dic de 2015 @ 23:20

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